Una mujer de 94 años dejó una herencia de más de 13 millones de dólares a su mascota, un gato callejero que ahora es el felino más rico del mundo, según BBC.
Maria Assunta C., murió el mes pasado a los 94 años en Italia y, de acuerdo a sus abogados dejó su fortuna a Tommasino, un gato que encontró en la calle y al que cuidó desde entonces.
La mujer tenía una importante cantidad de propiedades a lo largo del país, cuentas bancarias y acciones, pero no tenía familiares.
Sus abogados, Anna Orecchioni y Giacinto Canzona, aclararon que su clienta dejó sus bienes en beneficio de Tommasino en octubre de 2009 en un testamento que quedó en custodia de los letrados en la oficina que tienen en Roma.
El letrado Orecchioni dijo que, de acuerdo a la ley italiana, el gato no puede heredar el dinero directamente y en el testamento se pide que el patrimonio sea entregado a una valorada asociación animal, si pudiera encontrar alguna. De lo contrario, a una persona idónea para cuidarlo.
A partir de esto, la enfermera que trabajó en la casa de la millonaria fue nombrada administradora de la herencia. Stefania dispondrá del dinero para satisfacer las necesidades de Tommasino y de otros animales.
"La señora sufría sólo de soledad, por ello tenía a este pequeño gato para disfrutar de su compañía. Siempre estaba sobre su regazo, y lo cuidó más que a un hijo", dijo la enfermera.
Orecchioni manifestó que recibieron "muchos correos electrónicos de candidatos que querían adoptar a Tommasino", pero esas solicitudes no fueron aceptadas.
Maria Assunta C., murió el mes pasado a los 94 años en Italia y, de acuerdo a sus abogados dejó su fortuna a Tommasino, un gato que encontró en la calle y al que cuidó desde entonces.
La mujer tenía una importante cantidad de propiedades a lo largo del país, cuentas bancarias y acciones, pero no tenía familiares.
Sus abogados, Anna Orecchioni y Giacinto Canzona, aclararon que su clienta dejó sus bienes en beneficio de Tommasino en octubre de 2009 en un testamento que quedó en custodia de los letrados en la oficina que tienen en Roma.
El letrado Orecchioni dijo que, de acuerdo a la ley italiana, el gato no puede heredar el dinero directamente y en el testamento se pide que el patrimonio sea entregado a una valorada asociación animal, si pudiera encontrar alguna. De lo contrario, a una persona idónea para cuidarlo.
A partir de esto, la enfermera que trabajó en la casa de la millonaria fue nombrada administradora de la herencia. Stefania dispondrá del dinero para satisfacer las necesidades de Tommasino y de otros animales.
"La señora sufría sólo de soledad, por ello tenía a este pequeño gato para disfrutar de su compañía. Siempre estaba sobre su regazo, y lo cuidó más que a un hijo", dijo la enfermera.
Orecchioni manifestó que recibieron "muchos correos electrónicos de candidatos que querían adoptar a Tommasino", pero esas solicitudes no fueron aceptadas.
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